Preguntas Frecuentes
No Te Quedes Con Ninguna Duda
Son varios. En primer lugar que la caída del cabello se haya estabilizado, teniendo en cuenta el patrón de una posible futura pérdida de pelo. Es importante conocer la causa de la alopecia y, en su caso, tratarlo convenientemente, para cortar la pérdida de pelo antes de proceder al implante. Luego se debe determinar la densidad y el número de unidades foliculares disponibles en el área donante (parte posterior y lateral de la cabeza), con el fin de que haya suficientes para cubrir la zona despoblada. Las características del cuero cabelludo y el pelo también pueden condicionar el resultado final.
Cada sesión puede durar entre 4 y 5 horas. En cuanto al número de sesiones, dependerá de la extensión de la zona que se desea repoblar y la densidad que se quiera obtener.
Es conveniente, ya que para realizar el implante se utiliza anestesia local.
Hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos el pelo trasplantado se caerá después de una semana y no volverá a empezar a salir hasta después de tres meses (unos antes y otros más tarde), creciendo un centímetro por mes. Esto supone que los resultados finales no serán claramente visibles hasta transcurridos al menos 9 meses.
No. el pelo de la nuca y los laterales de la cabeza están genéticamente programados para no caerse nunca y mantendrán esta característica independientemente del lugar de la cabeza en el que se hayan injertado.
Si el quipo de especialistas que participa en la intervención del implante de pelo tiene la experiencia necesaria, sobrevivirá casi la totalidad de unidades foliculares.
No. Bastará con realizar los cuidados habituales que se realicen con el resto del pelo, incluso en cuanto se refiere al uso de productos cosméticos.
Por supuesto. De hecho se pueden repoblar cejas, pestañas, zonas de la barba y otras áreas del cuerpo en las que hayan perdido el pelo, por ejemplo, a consecuencia de una cicatriz.
Es una cirugía mínimamente invasiva, por lo que las complicaciones, nada frecuentes, serán siempre leves: infecciones, inflamación, enrojecimiento de la piel, etc.